El Malón, forma parte de la larga historia achírense, igual que María Quevedo que entre su sangre rugía el espíritu de libertad.
Nacida en el pueblo fue una de las tantas que burlaron y escaparon con sus dos talones cortados, método utilizado por el Ranquel.
Fue cautiva y esposa de un Cacique Ranquel, cuenta la historia, como los indios Ranqueles antes los asaltos y saqueos a los pueblos se llevaban las mujeres para ser sometidas como esposas y le cortaban los talones para que no escaparan. Al fallecer su cacique indio regreso a su pueblo natal donde vivió sus últimos años hasta su fallecimiento en 1975.
María, era una mujer de pocas palabras que vivía resguardada por sus perros. Cuenta la historia que al frente existía una pulpería donde atendía "El Gallego" y cuando salía a barrer la vereda, los perros se habían encargado de ensuciarla por lo que el señor le gritaba. María!! ni lerda ni perezosa y como buena chúcara y criada por los salvajes se levantaba la pollera respondiendo a sus insultos.